Como cabía esperar, Microsoft ha anunciado que descontinuará la gama de teléfonos Nokia con Android, y en su lugar ahora pasarán a llevar Windows Phone. La noticia se suma al trágico suceso de 18000 despidos dentro de Microsoft.
Nokia X

Con matices, ha ocurrido lo que todos esperábamos desde el minuto 0
Ante la sorpresa de todos, en el Mobile World Congress de este año Nokia presentó una gama de teléfonos Android de gama baja, conocida como Nokia X. No era Android al uso, sino un fork al estilo Amazon, ya que no integraba los servicios de Google ni acceso al Google Play. Esto se debía a que con ellos Nokia pretendía ofrecer una puerta de entrada a los servicios de Microsoft ya popularizados bajo Windows Phone. Parecía una apuesta bastante débil, porque además las especificaciones no acompañaban a un sistema que llegaría cargado de carencias, sin mucho marketing ni apps.
Más sorpresa aún generó el reciente lanzamiento del Nokia X2, que si bien incorporaba especificaciones más acordes a la competencia y ofrecía un rendimiento bastante mejor tampoco era una revolución, ni traería una experiencia premium de Nokia a la plataforma. Sin ni siquiera estar aún en el mercado, según informa VergeMicrosoft ha anunciado en una carta de Stephen Elop a los empleados que no habrá más Nokia X con Android, y en su lugar dicha gama pasará a ocupar el escalón más bajo de sus terminales con Windows Phone, que es donde lógicamente Microsoft quiere crecer. Eso sí, parece que los actuales Nokia X presentes en el mercado seguirán gozando de soporte de software
Una manera un tanto brusca pero quizá más adecuada de enfocar la gama, pues en Android no ofrecía demasiado valor añadido, ni siquiera en precio, mientras que en Windows Phone puede incluso mejorar las ventas en economías emergentes del gran Nokia Lumia 520, ya que es difícil que otras marcas más pequeñas pueden lanzar terminales a esos precios, debido sobre todo a que Microsoft no permite aún procesadores de bajo coste como los de Mediatek en Windows Phone. La noticia llega acompañada de un auténtico drama interno en Microsoft, ya que próximamente serán despedidos 18000 trabajadores.